Había una chica llamada Olivia que trabajaba en una tienda de ropa, ubicada en un barrio de Buenos Aires. Un día, un chico fue a comprar al negocio. Olivia se enamoró de él a primera vista. Se llamaba Franco, era amable y hermoso. El joven se olvidó la billetera en el local. Al día siguiente, la fue a buscar y la tenía Olivia. Le dio las gracias y la invitó a cenar; Olivia aceptó la propuesta.
Cierta mañana, la joven recibió la noticia
de que había obtenido una beca. Pasado dos años, los enamorados se casaron en
secreto. Al año de este acontecimiento, ella tuvo que ir a cursar sus estudios
a Brasil. Olivia estudiaba para ser intérprete de idiomas. Como ya no se iban a
ver seguido, Franco compró una Paloma Mensajera.
La chica, ya en Brasil estaba un día en el balcón de la casa donde se encontraba
instalada; de pronto apareció la paloma con una carta del esposo. La leyó y la
contestó, le ató la carta en la pata del ave y
se fue. Cuando los padres de Franco se
enteraron que se había casado, quisieron conocer a Olivia.
Olivia recibió la carta, se emocionó más que
la primera vez. Ella también quería conocer a sus suegros. Por eso envió a la
paloma para que a su enamorado le llegara la aceptación de esa invitación.
Viajó a Buenos Aires y apareció de
sorpresa en la casa que tenía con Franco
quien se sintió feliz.
Al otro día, fueron a almorzar a la casa
de los padres de Franco.
A los meses, buscaron un hijo y pronto
se enteró de que estaba embarazada.
Les contaron la noticia a los padres a través de la paloma que les
envió el mensaje en una carta. Por esta
razón, a la paloma que siguió visitando su casa, decidieron llamarla “paloma mensajera”.
Escritoras:
LOURDES FREDES
MILAGROS MANSILLA
RUTH RIVERO
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