Hace mucho
tiempo en el continente americano, cuando habitaban los indígenas, cierto día
pescando en el rio, vieron un extraño objeto que se deslizaba sobre las aguas.
   
Rápidamente  dieron un grito de
alerta y reunieron a todos los hombres con experiencia y hablaron sobre este
suceso con discreción  para no preocupar
a los niños y a las mujeres. 
   Al
día siguiente de aquel raro acontecimiento, cuando amanecía, advirtieron que
eran  apuntados con armas. Los
conquistadores llevaron prisioneros a los muchachos de la tribu; los niños
y mujeres pudieron huir. Y a los hombres los encerraron para que no pudieran
escapar.
   Después de estar
varias semanas prisionero, Nakú uno de los indígenas, empezó a triturar fresas
y comenzó a escribir en una hoja de árbol. Cuando Nakú terminó de hacer esto,
apareció una fuerte ráfaga de viento y voló la hoja de su mano. Luego de unas
horas, Nakú vio aparecer un ave que con su pico tomó la hoja…
   A los dos días
posteriores, empezó a escuchar alaridos característicos a los de su pueblo.
Todos los habitantes de la tribu encerraron a los conquistadores en sus propias
celdas.
    Cuando lograron
su libertad y llegaron a sus tierras, las mujeres les contaron a los aborígenes
que una paloma que llevaba un mensaje en su pico les había traído noticias
sobre ellos. El recado  decía: ``Estamos
prisioneros ´´  Por esa razón la llamaron
paloma mensajera.
Escritores/as:
GERÓNIMO BEFART                                             
SOFÍA  RODRÍGUEZ
JULIETA BRUNET                                                 
VICTORIA   LOZA
GONZALO  MENA
 
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