Hace muchos años, en una tribu del sur de
Argentina, vivía una india llamada Evolet. Ésta era la hija de uno de los
caciques más importantes de la tribu.
Un día, fue a dar un paseo y conoció a un chico llamado Nehuén que
trabajaba para su padre. Evolet se acercó a él, comenzaron a hablar y quedaron
en verse al otro día, en ese lugar.
Después de varias semanas, el padre de la
indiecita sospechó que ella tramaba algo, entonces la siguió y cuando advirtió
que estaba hablando con Nehuén, la fue a buscar y le prohibió que volviera a
verlo.
La joven lo extrañaba, por eso rompió con
las reglas de su padre: fue a buscarlo y se escaparon juntos.
Cuando el cacique se enteró de lo sucedido,
mandó a matar a Nehuén. Por esta razón Evolet sacrificó su vida al lado del cuerpo
del chico. Después de unos días, el padre de la chica, conmovido y angustiado,
fue a llorar al lugar en donde su hija y Nehuén estaban enterrados. Y cuando
sus lágrimas mojaron la tierra, comenzó a crecer una planta a la que llamaron
lazos de amor, en honor al amor que los jóvenes sentían uno por el otro.
Escritoras:
FELICITAS
CHÁVEZ
TRINIDAD
MERINO
LEONEL CARRIZO
LOURDES
ROMAGNANO
TOMÁS SAMPER
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